Una monja y su torniquete

¡Lo hiciste! Hoy alcanzamos nuestro objetivo original para esta campaña titulada ¡Ayuda a Ucrania AHORA! Muchas gracias a los 53 que donaron ya los muchos más que han compartido esta recaudación de fondos en línea y de boca en boca. Esto NO significa que hayamos terminado de recaudar fondos para nuestros hermanos y hermanas ucranianos (enlace a continuación), pero queríamos tomarnos un momento para reconocer a todos ustedes, los amables contribuyentes de todo el mundo. Muchas gracias, o como escribirían aquí, дуже тобі дякую.
Como esto se está escribiendo actualmente en un tren a Lviv, nuestra Dra. Suzanne, con la colaboración de @global.respuesta, está ocupado en un hospital local enseñando las maravillas del ultrasonido Butterfly al personal. Ayer, dijo que apenas podía pronunciar una palabra ya que todos los médicos ucranianos estaban demasiado entusiasmados con la mariposa y con la forma en que esta nueva tecnología les ayudaría a diagnosticar a sus heridos y enfermos. 
Mirando por la ventana de este tren abarrotado y caluroso, la vista es muy similar a la bandera ucraniana, campos de flores amarillas con cielos azules arriba. Es difícil creer que no muy lejos hay una guerra repugnante. Este tren lleva a este escritor a una reunión con un fabricante local, que ahora ha comenzado a fabricar sus propios torniquetes. Después de un mes de constantes negociaciones y mejoras, estos torniquetes hechos en el país finalmente están listos. Es imposible expresarles la enorme diferencia que va a suponer y un gran cambio de juego para la defensa de Ucrania. Estos 200 torniquetes que compraremos mañana se suman a los 300 que ya hemos comprado, gracias a usted.
El tren sigue moviéndose lentamente y sentada directamente al frente hay una monja sonriente, que está haciendo un rosario con los dos colores nacionales. Con la ayuda de Google Translate, le digo que el rosario es hermoso. Nos escribimos de un lado a otro, y menciono que estoy comprando torniquetes para sus compatriotas y compatriotas luchadores. Ella escribe “este rosario es mi torniquete”. 
Horas más tarde, cuando nos bajamos del tren en Lviv, ella escribe “Rezaré por ti”, y le da a esta humilde escritora su torniquete recién terminado. 

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