No sé cómo empezar. (Matamoros MX)

No sé cómo empezar esto. 

Las cosas están mal.  

Me tomaría días intentarlo, y no lograría explicar cuán complicadas y horrendas están las cosas aquí en Matamoros.

Entonces no lo haré. 

Solo un par de postales mentales. 

Somos un equipo de dos. Recibimos cosas, pasamos por aduanas, colocamos las cosas, intentamos ayudar, derribamos nuestra pequeña clínica, y luego intentamos pasar aduanas nuevamente, todos los días.

Hace dos días, compramos $ 500 de medicamentos en una farmacia mexicana. Y ayer compramos más. 

Hoy, la mañana fue un poco diferente. Mientras que yo trataba de encontrar muletas, Suzanne tuvo reuniones en persona con las autoridades gubernamentales de los Estados Unidos, y por teléfono con representantes del Congreso en Washington DC.  

Las cosas con las que cruzamos la frontera pueden ser controvertidas, y más aun las cosas con las que volvemos.

La Dra. Suzanne es la única ayuda médica en este campamento. Me mata, pero desafortunadamente tengo que pedirle a algunos que regresen mañana, o estaríamos allí toda la noche.

Me toca triar a mucha gente, y disfruto de las conversaciones, pero me rompe el corazón oír sus historias.  

Como madre soltera, ¿alguna vez ha huido de un peligro grave para caminar con su hijo de 4 y 2 años desde Honduras o El Salvador? ¿Por un mes? ¿Entonces quedar atrapado en barro figurativo y literal a 50 metros de distancia de la seguridad? Debe haber una razón seria por la que uno haría esto. Si crees que estoy exagerando, ve al centro de la Ciudad de Guatemala o San Pedro Sula en Honduras. 

Mañana, estableceremos estaciones de agua limpia en lugares estratégicos por todo el campamento.   

La gripe está aumentando. Sin instalaciones higiénicas, se propaga como un incendio forestal.  

Para agregar a eso, en este campamento pequeño pero estrecho, ha habido 18 secuestros este mes. Esos son solo los confirmados.

Por mucho que nos disgusten o que no comprendamos los límites, podemos apreciar lo importante que puede ser para un país el hecho de tener fronteras. Pero lo que esta administración estadounidense le está haciendo a nuestros vecinos en las Américas es realmente perverso.   

Las cosas están mal.  

No sé cómo concluir esta entrada.

Así que en vez de mostrarles la imagen triste de un bebé guatemalteco desnudo y llorando, o de una madre salvadoreña toda sucia, en el barro, sosteniendo a sus dos niños sórdidos, aquí les muestro una foto de un sacerdote lisuriento de Notre Dame regalando botellas de agua, con una gorra que me parece muy jocosa.   

Si quieres ayudar un poco, visita a-ripple.org

Un regalo de $ 3.00 es BASTANTE para alguien que tiene menos de cero.  

Lo compartiremos sabiamente. 

Gracias. 

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